LA PRIMAVERA
Siento correr por mi pecho
el ardiente deseo de amarte,
si pudieras ver amor mio
como la noche emerge
y el olor de tu fragancia, aún persiste
en mi lecho,
enredándose en mi cuerpo
llevándome a los lugares más
ocultos de la pasión.
Si pudieras amarme
en la misma forma que yo te amo,
entregandote por entero al ardiente
deseo de la perdición.
P.N.
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